La Misteriosa Mente del Sexo Masculino

Este Post va dedicado o dirigido especialmente a la mujer, en virtud de que quien les escribe es una representante de ese equipo, es decir, voy a hacerles una descripción desde lo científico, gracias a lo que he investigado y desde mi perspectiva y experiencia, sobre algunas preguntas que me hice en varias oportunidades, en relación a la conducta asumida por el sexo masculino, y que imagino también se las han hecho ustedes. Estas preguntas son las siguientes: ¿Por qué los hombres actúan como actúan? ¿Por qué somos tan diferentes? ¿Qué hay de cierto cuando dicen que ellos no sienten y que son insensibles? ¿Está el hombre desconectado de las emociones? ¿Cómo piensan y sienten? ¿Será que también son complicados o no los comprendemos?

      Como es conocido cada persona es un mundo, es decir, cada persona tiene un mundo en su mente y por ende eso ya nos hace diferentes. Es por ello que con este post deseo mostrarte o acercarte un poco hacia ese mundo mental y emocional de nuestro sexo opuesto, “los hombres”, el mal llamado sexo fuerte. El mundo mental de los hombres para nosotras las mujeres resulta un poco complicado, confuso y hasta misterioso, ya que se nos hace fácil decir que “ellos” son tan básicos, por lo que resulta muy difícil comprenderlos porque simplemente “ellos” no nos comprenden tampoco. Y es allí donde comienza la guerra, la desconexión, la separación, la disyuntiva, la competencia; pero, no nos damos cuenta que todo esto se debe a que somos diferentes, de hecho está comprobado científicamente que tenemos marcadas diferencias tanto en lo biológico, como en lo mental y emocional; según investigadores y especialistas, se afirma que el hombre utiliza más el hemisferio izquierdo (el racional, habilidades, lenguaje escrito y hablado) y las mujeres el hemisferio derecho (intuición, música, imaginación); en cuanto a lo que dice la biología, el hombre es más testosterona (hormona del placer y la confianza, masa muscular y ósea, la fuerza) y la mujer más oxitocina (hormona del amor, lazos maternos y la conexión). Sabían ustedes, mujeres, que según la Neuropsiquiatra Louann Brizendine, “el cerebro (mente) del feto es unisex hasta las ocho semanas de gestación”. 

                Entonces, podemos ir visualizando e identificando, que sí existen importantes diferencias mentales y hormonales (biológicas) que son las que hacen que entre ambos sexos ocurran ciertos choques e incomprensiones, por lo que para poder relacionarnos mejor con nuestro sexo opuesto es necesario aprender y conocer ese mundo interno que subyace en “ellos”, es algo tan sencillo, que lo que requiere es aprender a descubrir cómo piensan, sienten y porqué se comportan como lo hacen.

                A continuación, nos inmiscuiremos en su mundo para conocerlos mejor, desde el punto de vista de la psicología masculina, es decir, descubriremos como trabaja su mente. El hombre utiliza ciertas partes del cerebro para actuar en determinadas situaciones y circunstancias de la vida, muchas de estas veces lo hace desde su automático (conocido como cerebro reptil), éste actúa desde una manera muy práctica, pragmática y sin razonar mucho y menos evaluando sentimientos o sensaciones. En lo que respecta al apetito o impulso sexual del hombre éste es mucho mayor que el de la mujer (según estadísticas 2,5 veces más), y esto se debe a los niveles altos de testosterona, mientras que en la mujer se encuentra en un nivel más alto, el estrógeno lo que hace que se eleve el deseo de las mujeres por ser más atractivas. El hombre resulta menos empático (lo que llamamos las mujeres “antipatía”) debido a que utiliza menos neuronas espejo, lo que en la mujer se desarrolla más, ya que ésta utiliza un número mayor, por lo que nos damos cuenta porque “nosotras” somos más empáticas y sensibles emocionalmente, y podemos colocarnos con mayor facilidad en los zapatos de la otra persona y comprender por lo que esté pasando; en este sentido, el hombre tiende a utilizar menos esta zona del cerebro por naturaleza propia, “ellos” en esas situaciones se esfuerzan por ir hacia la parte del cerebro donde buscan las soluciones para dar respuestas ante una conversación, esa es su actitud biológica cognitiva, lo que resulta mucho más práctico para ellos.

Durante la gestación del feto es importante saber que el sexo del bebé se inicia siendo hembra (esto ocurre en la sexta semana aproximadamente) y luego es que mediante una hormona que se libera del cromosoma “Y”, que es la responsable de elegir si el feto será varón, esa es la llamada hormona  masculina, la testosterona, por lo cual comienza su desarrollo mental; la mente masculina se inunda de testosterona, allí es cuando el bebé comienza a tener una conducta exploratoria y de movimientos bruscos, luego los niveles hormonales iniciales comienzan a disminuir y entonces después de su nacimiento este bebé se va desarrollando y a lo largo de su crecimiento como hombre la testosterona pasa a jugar un papel preponderante en todas sus etapas. Biológicamente el hombre en su mente y en su cuerpo experimenta diferentes facetas que van formando su personalidad (que dependen de su mente y emociones) y que también están íntimamente ligadas a su entorno; ya sabemos que a nivel físico el hombre pasa por cambios, que son bien discriminados, como por ejemplo, en su aparato reproductor, la forma de su cuerpo, su vellosidad, entre otros.

No obstante, lo que nos ocupa en este post es inmiscuirnos en su mundo mental y emocional. ¿Porqué “ellos” son tan sexuales en edades tempranas?, se dice que de los 9 a los 15 años de edad, el aumento de la testosterona está por encima del 250%, por lo que en esta edad el apetito sexual es explosivo, lo que hace que estén deseosos y muy fantasiosos. En esta etapa del hombre o varón es fundamental la educación y crianza, donde los padres deben estar para apoyar, orientar y comprender estos cambios bioquímicos que se generan en “ellos” (comienza en su cerebro y se manifiesta en su cuerpo), todo esto hace sentar las bases de su conducta y comportamiento. Con esta explicación se puede deducir y tener una claridad contextual de que no es sólo la mujer la que pasa por esta etapa de la adolescencia, donde se desencadena una experiencia de explosión hormonal, el hombre también se ve afectado por ello emocionalmente (explosión bioquímica) y es cuando ocurre un cambio en su manera de pensar. El sexo masculino desde su desenvolvimiento biológico es que ejerce una serie de actitudes, en donde comienza a detectar a la mujer, porque siente deseo por ella y entonces procede a conquistarla, desarrolla la defensa del territorio, desafía la autoridad, posee un instinto agresivo y es buscador del éxito.

Ahora bien, cuando el hombre siente deseo por una mujer, y entonces se une a ella, éste se conecta con la oxitocina que la produce mayormente la mujer, ésta a su vez hace que se estabilicen sus niveles de testosterona, lo que provoca un efecto bioquímico de equilibrio y es cuando el hombre se vuelve más dócil, más receptivo y menos agresivo; es entonces cuando el hombre se vuelve más emocional, se acerca más a sus sentimientos, y se parece más a la mujer; es decir, se encuentra con sus inicios, su origen, lo que ocurrió en la gestación (recuerden que en las primeras semanas el feto es femenino). Otra de las facetas relevantes que vive el hombre es cuando logra experimentar ser padre, éste pasa por un proceso bioquímico bien interesante, y es porque la gestación y nacimiento de un hijo hace que en el cerebro del hombre se libere la dopamina y la oxitocina, hormonas que ejercen en el hombre una conducta de preocupación, lo que lo hace actuar diferente, también se libera la prolactina, hormona responsable de la conducta de protección. Todas estas hormonas también se ven liberadas en la etapa de enamoramiento del hombre, impactando en su cerebro y provocando que ocurran cambios bioquímicos que lo marcan y lo preparan para abrirse al “amor”.

Pero que es lo que pasa en el cerebro del hombre que a pesar de estar enamorado y dar el paso para abrirse al amor lo mantiene desconectado emocionalmente. El hombre aunque ustedes no lo crean mujeres, pasa por una terrible situación interna, ya que social y culturalmente el hombre ha sido empujado drásticamente hacia esa desconexión, la cual es una lucha mental contra sus emociones, les daré un ejemplo de lo que vive y experimenta el sexo masculino cada vez que tiene que pasar por ese proceso. Por un momento imagínense que la lucha que “ellos” deben atravesar es como un gran elefante que se encuentra encima de una pequeña losa sostenida por dos débiles troncos, donde el elefante se esfuerza por mantener el equilibrio para no desplomarse y caer al piso (¿Qué tremendo no?). El hombre en su día a día persevera por dos objetivos y donde invierte todo su potencial, estos son “el hacer y el tener”, fue formado para ello desde la niñez y luego social y culturalmente, por lo que la “conexión con él mismo”; es decir, con lo que siente y la relación directa que hay con sus emociones fue truncada, y las responsables de ese suceso es la madre o en otros casos la responsable de su crianza (quien lo educó y formó), que ironía, pero resulta que son las madres quienes le enseñan, transmiten y refuerzan estas conductas de desconexión a los hijos varones, y a esto se le suma la crianza machista de muchos padres (los progenitores).

Se puede apreciar que tanto la madre como el padre (otros casos las dos personas más cercanas a él), son responsables de programar el cerebro del sexo masculino para no poder conectarse emocionalmente con su pareja (la mujer), es esto lo que lo hace menos empático, por lo que cuando “ellos” atraviesan por situaciones donde sienten que sus emociones salen a flote toman la actitud de huir o salir corriendo, ya que se sienten “aterrorizados”, es como una señal de alerta que se enciende en su cerebro y por ello sienten que se encuentran en un límite donde deciden abstenerse de identificar lo que le ocurre y menos expresarlo. Y entonces, es aquí cuando aparecen las respuestas de incomodidad de la mujer, porque simplemente se siente incomprendida, ignorada, abandonada, vacía, no amada; lo que trae como consecuencia los problemas de relación y comunicación, las mal llamadas peleas, disyuntivas, separaciones, entre muchos otros.

 Pero cuál sería la salida a esta situación, que tendría que hacer la mujer para poder lograr conectar al sexo masculino, donde estaría el punto de encuentro entre ambos sexos. Aquí es donde la mujer, es decir, nosotras, tenemos que ser audaces, inteligentes, astutas, y sobretodo comprensibles; utilizar nuestras herramientas mentales y desarrollar una actitud donde traigamos a ese hombre hacia la intimidad, paso a paso, poco a poco, hacernos un poco hombres (en cuanto a lo mental, pensar como ellos). Las mujeres debemos entender que hay que bajarle dos a nuestras emociones (dicho coloquialmente), lo que nos hace a veces muy intensas y dominantes; transformar nuestra mente y crear un mundo donde dejemos de juzgar, señalar, culpar, mandar, exigir, donde nosotras somos quienes tenemos la razón siempre. La mujer debe ser dócil y aprender a escuchar y darle la importancia y valor que merece el hombre, comprendiendo que “ellos” se sienten felices y amados (poderosos), cuando se les respeta, admira, reconoce, considera, se les acepta tal cual son, les aprobamos y motivamos; al hombre le gusta que le tengas confianza (es su mayor deseo), al tomar en cuenta todas estas herramientas y aplicarlas podremos llevar una buena conversación y fluidez con el sexo opuesto, ya que éste sentirá que es comprendido y por lo tanto desaparecerán las presiones y angustias, a la cual siempre se ha visto sometido, es esto de lo que huye y a lo que más miedo le tiene.

Les voy a compartir mi perspectiva desde mis experiencias y aprendizajes con el sexo opuesto, y es que aunque ustedes no lo crean, los hombres se sienten muy desamparados, y es lo que los lleva a ser tan amargados y rabiosos, es el mecanismo de defensa que utilizan para ocultar la verdad de lo que experimentan a diario con sus parejas, amistades, en su trabajo, en las diferentes relaciones interpersonales, ya que siempre han sido señalados y juzgados hasta por su propio grupo; al sexo masculino no le permiten sentir ni ser, lo que los convierte en unos “monstruos”, la triste realidad es que son seres analfabetas emocionales. Lo anterior, me hace traerles a colación que como mujeres debemos sentir un poco de compasión, sin ánimos de burla, por los hombres, ya que tanto la sociedad como nosotras las mujeres hemos sido muy duras con ellos, los hombres también son un ser humano, igualmente sufren como nosotras sienten y padecen, solo que con unas pequeñas diferencias biológicas y psicológicas.

Es hora de que como mujer, tú le des ese espacio, ese que él necesita para sentir y abrirse a sus emociones, desde tu amor y comprensión puedes lograr conectarlo contigo. El hombre posee dos identidades, una biológica y una cultural, como ya lo habíamos explicado anteriormente, si sumamos ambas podemos sacar su personalidad y hacen el estereotipo del hombre de hoy en día. La mujer debe aprovechar ese nivel elevado de oxitocina que posee (que es 3 veces más elevado que el del hombre) y el estrógeno para convencer al hombre y penetrar en su cerebro (aprovechar ese caldo bioquímico), es decir, utilizarla durante el enamoramiento, cuando ya se vea consolidada la relación o cuando éste tiene la oportunidad de ser padre, para influir y persuadirlo en sus pensamientos y programarlo para ser más abierto y conectarse con eso que siente (sus emociones); enseñarlo que esas sensaciones no son señal de debilidad, sino todo lo contrario, es mejor ser feliz que “correcto” o machista, la masculinidad no está determinada en ser lo suficientemente fuerte como para no llorar o sentir, más bien está relacionada a la protección, a ser proveedor, progenitor, cuidador, defensor, dador. Mujeres,  tengan en cuenta que lo que el hombre más desea en su interior es ser amado y comprendido, es recibir el afecto y cariño de la mujer, ya que su mayor miedo es conocer o despertar la furia de la mujer, ser despojado de su poder y ser dominado; el sexo masculino siempre estará a la espera de abrir esa puerta del corazón, pero se mantiene alerta y observando a la mujer y hasta tanto no se sienta seguro éste no le permitirá entrar en él; el hombre desea que la mujer que le atrae o ama sepa establecer estos vínculos íntimos donde se manifieste la sinceridad y donde se les integre desde el reconocimiento y valoración de sus metas, objetivos y sueños (ya que ellos siempre buscan alcanzar u obtener algo, esto como señal de poder). Entonces mujer, te dejo para que analices todo lo que te traje a colación para tu conocimiento y lo internalices, de manera que con todas las herramientas aquí detalladas logres romper primero con esas barreras y paradigmas limitantes que te mantienen alejada y en conflicto con el sexo opuesto, y en segundo lugar para que venzas las “falsas creencias” que la sociedad ha hecho creíbles en la mente del hombre; esos hermosos seres del sexo masculino son tan sensibles y emocionales como nosotras, sólo que como dice el Psicólogo John Gray, somos de mundos diferentes, ellos de marte y nosotras de venus.

Atentamente: su escritora de siempre Osmely Ramírez…